En la sociedad actual hay un retraso voluntario de la maternidad debido a la incorporación de la mujer al mundo laboral y a la crisis económica. Como consecuencia de esto, muchas mujeres sufren, a la larga, problemas de fertilidad.
A medida que aumenta la edad de la mujer, biológicamente disminuye la posibilidad de embarazo y se incrementa la tasa de abortos o hijos con anomalías cromosómicas.